Idiomas y comportamiento

El idioma de una región tiene una influencia determinante en la cultura global de la misma

Existe una relación de causa a efecto entre la forma de hablar una persona, particularmente en su lengua nativa, y su comportamiento. ¿Podría extrapolarse la realidad de esta conexión para aseverar que el idioma de una región tiene una influencia determinante en la cultura global de la misma? Parece que así es.

Con los extraordinarios progresos tecnológicos, la investigación y la organización metódica del ‘colectivo’ idiomas-culturas en el Planeta ha de ser pronto viable. Tal proyecto es, por supuesto, gigantesco.

Veamos unos ejemplos, que cito a menudo y que aplican a quienes tenemos el español como idioma materno. ¿Con qué frecuencia decimos “se me olvidó tu nombre”, en vez de “olvidé tu nombre”; “se me perdieron las llaves”, en vez de “perdí las llaves”; o “me dejó el avión” en vez de “perdí el vuelo”? En estos giros impersonales el sujeto no es el pronombre “YO” sino, respectivamente, la persona olvidadiza, las llaves que con tanta frecuencia no encontramos, o el avión que no quiso esperarme.

¿Será que en nuestro subconsciente somos irresponsables? ¿Será que no nos gusta comprometernos? Más lo segundo que lo primero; la causa de tal tendencia es la forma ‘impersonal’ mencionada, de uso común en español. La influencia del idioma nativo (y no solo del español) en el comportamiento de quienes lo hablan ha sido identificada y documentada en varios idiomas.

La psicolingüística, el estudio de la interrelación entre los factores lingüísticos y los aspectos psicológicos, y la neurolingüística, el estudio de los mecanismos neuronales en el cerebro humano que controlan la comprensión, la producción y la adquisición del lenguaje, son dos disciplinas que han cubierto la relación idioma nativo-conducta. Esta nota sugiere un aspecto nuevo en la misma dirección, con facetas culturales interesantes.

En casi todas las lenguas existen ejemplos de la influencia de la construcción gramatical en el comportamiento humano; de cierta forma, la lengua nativa de una persona influye en la manera de cómo esta ve el mundo. El lingüista norteamericano Benjamín Lee Whorf sugirió desde los años treinta que los idiomas representan diferentes maneras de pensar acerca de la cultura en la cual se hablan.

La confirmación ‘neuronal’ de relaciones entre la forma de expresarse en una lengua y el comportamiento de quienes la hablan como idioma nativo podría tener implicaciones serias e interesantes. Por ejemplo, con respecto a las frases impersonales del idioma español, a los niños bien podrían enfatizárseles los giros ‘positivos’ de su lenguaje y desestimularles aquellos ‘negativos’ que fomentan conductas elusivas de la responsabilidad.

Para llegar a una confirmación indiscutible, por supuesto, se requieren esfuerzos sustanciales que deberán efectuarse con muestras significativas -léase bien grandes-, abarcando tantos lenguajes ‘vivos’ como las circunstancias y los presupuestos lo permitan.

Aunque la mayoría de los idiomas, particularmente los occidentales, tienen construcciones gramaticales más o menos similares, cada lengua tiene sus formas específicas de interpretar el mundo. El estudio de tales formas podría contribuir notablemente a la comprensión de la mente humana y de la forma como el cerebro la crea. Hoy tal entendimiento es extremadamente limitado.

En nuestro planeta existen hoy unas seis mil setecientas lenguas, de las cuales, al ritmo actual de extinción (una cada once días), el 40% de ellas podría desaparecer antes del siglo XXI. Hay, por supuesto y por fortuna, esfuerzos culturales importantes para desacelerar esta tendencia. A manera de ejemplo, cuando el idioma maorí fue declarado lengua oficial en Nueva Zelanda en 1987, solo el 20% de los nativos hablaban el idioma y se temía podría desaparecer. Hoy el maorí esta fuera de la lista negra de lenguas en peligro de extinción.

Cada idioma es una forma de interpretar el mundo y, hacia el futuro, una fuente potencial de información de la organización de los cerebros de quienes lo hablan. La investigación y la organización metódica del ‘colectivo’ idiomas-culturas en el Planeta solo será posible con la alianza ‘de moda’ entre los extraordinarios desarrollos de la biotecnología y la tecnología de computación. En el territorio idiomas-comportamiento, tal alianza conducirá a descubrimientos valiosísimos para la neurología, la psicología, la lingüística y, eventualmente, la antropología

El interesante potencial de tal aplicación es retador. Los estudios solo podrán efectuarse, lógicamente, sobre idiomas ‘vivos’, con números significativos de individuos que los hablen como lengua nativa. Este crítico requisito exigirá la protección continuada de los lenguajes en vía de extinción como si fueran especies biológicas, animales o plantas, en el borde de la desaparición, de por sí un valioso subproducto cultural del gran proyecto.

 

Gustavo Estrada
Autor de ‘Hacia el Buda desde occidente’
@gustrada1

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One comment

  1. Copio dos comentarios recibidos por e-mail. Gustavo Estrada
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    ¡Gracias!
    En lengua esquimal hay una docena de palabras para decir NIEVE
    En una lengua aún no estudiada hay también una docena de palabras para decir VIOLACION

    Jairo

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    Articulo interesantísimo, Gus. Sobre el tema he tenido anteriormente unas sencillas reflexiones que te comparto.
    :

    1. Nuestro inmensamente rico idioma castellano ha venido perdiendo desde el siglo pasado esa característica. Recuerdas lo conjugación de los verbos en subjuntivo (formas simple y compuesta) que usábamos para expresar pensamientos como corriera, corriere y corriese? o hubiera corrido, hubiere corrido y hubiese corrido? que expresaban claramente condiciones en el tiempo? Eso ha desaparecido. De hecho, creo que de diez mil personas sólo una pudiera hoy dar una explicación exacta.

    2. La Real Academia Española ha dejado de ser una rectora del idioma para convertirse en una autorizadora de extranjerismos.m Ni hablar sobre los cambios en ortografía y sintaxis recientes.

    3. Lo anterior se explica por la cantidad de tecnicismos que acompañan a los desarrollos tecnológicos globales. Chatear, escanear y miles más son un ejemplo. Creo que nos está pasando lo contrario de lo descrito en la Historia Sagrada alrededor de la torre de Babel, cuando Dios castigó la soberbia del hombre y lo confundió creando muchas lenguas. ¿Recuerdas? Creo que en una centuria tendremos un idioma universal al cual llegaremos de forma evolutiva y natural, al contrario del esperanto creado en el escritorio de un lingüista.

    Juan
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